El misterio de los Kibbutz

Ran Abramitzky

Comentarios bibliográficos
Un análisis de las alternativas de gobierno socialista en la cultura judeo-cristiana
Autor/a

Carlos Budnevich

Fecha de publicación

31 de mayo de 2023

The mystery of the Kibbutz (en español, el misterio de los Kibutz), libro publicado el año 2018 por el economista y brillante Profesor de Princeton Ran Abramitzky es uno de los intentos más recientes de estudiar de forma sistemática la dimensión técnica y la factibilidad de proyectos de sociedad con bases fuertemente comunitaristas, igualitaristas y con un foco en el bienestar tanto individual como colectivo. Usando como referente histórico los denominados “Kibutz”, comunidades asentadas en Israel nacidas a principios del siglo XX al alero de una generación de judíos/israelís cuya orientación ideológica era primordialmente socialista se estudia el funcionamiento, auge, y luego declive del proyecto socialista que se cristalizó en los denominados Kibutz.

Los Kibutz nacen a principios del siglo XX al alero de una generación de jóvenes israelís con fuerte vocación y orientación socialista. Con ello, había un compromiso muy estricto con el cumplimiento de los ideales de estas comunidades por parte de todos los habitantes, incluyendo aquellos más talentosos que podrían haber migrado por mejores salarios. De esta forma, el alto nivel de compromiso y cercanía ideológica con la doctrina socialista contrarrestó de manera importante todos los posibles problemas que se pueden generar por el diseño de incentivos que describe el autor como potenciales fuentes de ineficiencia y pérdidas de bienestar.

Dentro de las principales características de los Kibutz se pueden hallar el fuerte predominio del trabajo agrícola como principal fuente de trabajo en las comunidades, la propiedad colectiva de los medios de producción y servicios pertenecientes a todos los miembros de las comunidades, salarios igualitarios según el criterio de cada quien da según sus posibilidades/capacidades y recibe de acuerdo a sus necesidades, rotación de los puestos, en particular aquellos que guardan relación con altos puestos directivos (evitando la concentración del poder), y las decisiones importantes de orden político, económico, y social que atañen a las comunidades eran resueltas democráticamente en espacios asamblearios donde cada miembro de la comunidad tenía derecho a voz y voto.

Además, contaban con una red de protección social muy desarrollada, pues el acceso a la salud, educación, la vivienda y las pensiones estaba completamente garantizado manteniendo altos niveles de calidad. En ese sentido, el acceso a las prestaciones sociales no guardaba relación con la capacidad adquisitiva de los individuos, de hecho, no era parte de los bienes transados en el mercado. Un elemento interesante es la estructura de propiedad de las viviendas en los Kibutz. Hasta las grandes reformas que muchos de ellos sufrieron, no existía la propiedad privada sobre la vivienda, pues estos eran bienes cuyo dueño/propietario era la comunidad. Si alguna familia residente de un Kibutz quería migrar, esto implicaba que el hogar en el cual vivían quedaba en manos nuevamente de la comunidad.

Haciendo un uso riguroso de ciertos desarrollos de la teoría microeconómica, particularmente, tópicos de selección adversa, fuga de cerebros (brain drain en inglés), y free-riding, el autor muestra de qué forma estas comunidades son capaces de hacer frente a las tensiones o diseño de incentivos eventualmente perversos o errados en el contexto de un compromiso irrestricto con la igualdad, cooperación y solidaridad entre los miembros participes.

La ausencia de propiedad privada de los medios de producción y de la tierra, y la remuneración igualitaria con independencia de la productividad de los trabajadores entraña una serie de desafíos cruciales en términos de un diseño de incentivos adecuados que posibilite la sostenibilidad económica y técnica de un proyecto de esa naturaleza. La mayor posibilidad de free-riding derivado de poder usufructuar de la producción colectiva sin la necesidad de que individualmente se contribuya a ello, la fuga de cerebros o de aquellos individuos más talentosos-productivos amenaza con reducir el bienestar agregado e individual puesto que podrían encontrar mejores salarios fuera de los kibutz, y también la posibilidad de que migren los individuos “incorrectos” a los kibutz, esto es, aquellos más ineficientes y que pueden buscar aprovecharse de las garantías económicas proporcionadas por el colectivismo de estas comunidades (problema de selección adversa).

En una virtuosa mezcla de análisis económico convencional y ciertos desarrollos empíricos/teóricos de otras ciencias sociales, el autor logra mostrar qué mecanismos permiten sostener tanto tiempo la abundancia y riqueza económica que muestran los Kibutz. Si bien tienen un periodo de declive importante que sigue hasta el día de hoy, acompañado de un conjunto importante de reformas que erosionan el sentido comunitarista que tuvo como base fundante a estas comunidades, tuvieron un largo periodo de estabilidad que es de interés profundizar.

En esta breve reseña, se hará énfasis en los mecanismos que le permiten otorgar sostenibilidad económica, técnica, y social a estas comunidades, así como también esbozar las razones que están detrás de su declive y posteriores reformas estructurales. Cruzado con lo anterior, se destacarán algunos argumentos y reflexiones fundamentales para la formulación de proyectos de sociedad alternativo, y se pondrá hincapié en algunas debilidades argumentativas del libro en cuestión.

A grandes rasgos, la tensión fundamental que atraviesa el argumento central del libro es el esquema de incentivos que supone un grupo o sociedad humana en cuyo diseño económico y social la igualdad casi absoluta entre sus miembros tiene un valor fundamental. De esta manera, el libro muestra de qué forma ciertas propiedades del funcionamiento de los kibutz como, por ejemplo, la propiedad colectiva sobre las viviendas, la tierra (en las comunidades se dedicaban mayoritariamente a la agricultura), los medios de producción, toda clase de bienes pertenecientes a las comunidades, e igualdad salarial con independencia del nivel de productividad de los trabajadores no perjudican la eficiencia que ellas tienen. En ese sentido, de alguna manera el libro intenta mostrar el modo en el cual todas estas restricciones sobre la libertad individual (la casi inexistencia de la propiedad privada, regulaciones coactivas sobre salir de las comunidades, de recibir gente de afuera, entre otros) logra compatibilizarse con el bienestar individual y colectivo, particularmente con niveles de eficiencia y productividad que permitan una abundancia tal que todos tengan buenas condiciones materiales de vida.

En lo sucesivo, se procurará desarrollar las tres principales amenazas a la sostenibilidad económica de las comunidades en virtud de las regulaciones fuertemente comunitaristas de organizar la vida económica y social en sus asentamientos. En consecuencia, en el marco de problemas de selección adversa, tres grandes desafíos y tensiones emergen a la luz del diseño institucional que regula la vida en los Kibutz: En primer lugar, existirían incentivos para que personas más ineficientes, de bajas habilidades, y desempleadas migren hacia los kibutz dado que ahí tienen garantizado ciertas condiciones materiales mínimas con muy buenos estándares de vida. Llevando el argumento al extremo, si hubiera una migración masiva de individuos con estas características, lo cual es esperable teóricamente debido a los incentivos existentes, se vería claramente amenazada una riqueza material alta por los costos que implicaría una nueva composición de las comunidades con alta cantidad de personas con los atributos mencionados.

En segundo lugar, asociado al esquema salarial con el cual operan los kibutz, esto es, que todos ganan lo mismo independiente de su contribución (o, lo que es lo mismo, independiente de su productividad) podría generar fuertes incentivos para las personas más talentosas/productivas a salir de los kibutz en busca de salarios que premien dicho talento. Si ocurriese una fuga masiva (también se le denomina en la literatura brain drain o fuga de cerebros) de las personas más talentosas de los kibutz, el resultado serían comunidades mucho más pobres en promedio debido a que quienes más contribuían a su riqueza dejan de hacerlo.

Tercero, el problema del polizón o free-riding que en el contexto de los kibutz puede ocurrir dada la ostensible posibilidad de beneficiarse de una robusta red de protección social y garantías económicas incondicionadas (que no dependen del esfuerzo y calidad del trabajo de las personas). Así, los efectos que puede tener lo anterior pueden ser significativos en la medida que los costos asociados a personas que usufructúan de los beneficios del sistema colectivista/comunitarista, pero no contribuyen proporcionalmente a él, puede mermar los ingresos de cada una de las comunidades y, con ello, afectar directamente el bienestar material tanto individual como colectivo.

En este contexto, la gran interrogante que surge es de qué forma los kibutz logran prolongadamente una importante estabilidad económica, acompañada de niveles de abundancia y de ingresos muy altos de acuerdo con los datos empíricos al tener un diseño institucional que por su naturaleza pone en riesgo la eficiencia y generación de riqueza al interior de ellos, derivado de los incentivos perversos que se engendran como hemos descrito. De manera muy entretenida, rigurosa, y al mismo tiempo amigable el autor desarrolla los diversos mecanismos con los cuales las comunidades enfrentan las tensiones señaladas, veamos los más importantes a continuación.

En el libro se detallan varios mecanismos mediante los cuales los kibutz son capaces de minimizar las eventuales pérdidas de eficiencia asociadas a los problemas de incentivos descritos anteriormente. Entre ellos, cabe mencionar a la capacidad de fiscalización y sanción social que tenían las personas pertenecientes a estas comunidades gracias a que todos se conocían entre todos (comunidades eran pequeñas), un alto y fuerte compromiso ideológico con el ideario socialista, con mayor fuerza en la población más joven fundadora de estas comunidades, y por último un alto nivel de confianza interpersonal de manera que existían vínculos comunitarios sólidamente instituidos.

De acuerdo con la experiencia de los habitantes de estas comunidades, en general, los individuos evitaban a toda costa acometer en conductas “free-rider” debido a los costos asociados a aparecer como alguien que no se esfuerza en su trabajo. Si los otros miembros se percataban de que alguien flojeaba, le hacían la vida muy difícil a esa persona, desde no dirigirle la palabra hasta hacerlo desertar de la comunidad. Este mecanismo fue central para efectos de preservar el carácter igualitarista y comunitario de los kibutz en el largo plazo, en la medida que fue muy efectiva para evitar pérdidas de eficiencia (derivados de free-riding) a gran escala.

El tercer mecanismo señalado, tiene relación con elementos extraeconómicos, pero sumamente importantes para dotar de estabilidad económica y social a las comunidades. Las relaciones de intercambio no ocurren en un espacio abstracto, sino más bien en un contexto social determinado (Polanyi, 1968) que afecta los resultados económicos (Granovetter, 1985). De esta forma, para el caso particular del kibutz analizado en el libro, suelen existir en las comunidades vínculos interpersonales de mucha confianza y lazos sólidamente establecidos favoreciendo así comportamientos comunitaristas que permiten conservar alta igualdad entre los miembros. Este patrón observado en los kibutz es algo que ha sido confirmado en algunos estudios relacionados, los cuales muestran que los miembros de los kibutz tienen conductas mucho más cooperativas con personas que también pertenecen a kibutz en comparación a la cooperación que muestran frente a otras personas (Ruffle & Sosis, 2006). Incluso, señalan que el nivel de cooperación que tienen con personas que no pertenecen a su comunidad es el mismo que exhiben los ciudadanos de Israel con cualquier otra persona.

Con todo lo anterior, hasta comienzo de la década de los 80’, los kibutz son capaces de generar elevados niveles de riqueza y abundancia para todos los miembros de las comunidades. Incluso, tenían muchos bienes y servicios de lujo que en las otras áreas de Israel no existían. Por ejemplo, la existencia de parques, espacios deportivos comunitarios, televisión, comedores, entre otras cosas que para el nivel de desarrollo de la época eran un lujo, eran parte del patrimonio de las comunidades cuyo uso estaba permitido para todos los miembros. Todo lo anterior, bajo una distribución igualitaria de los ingresos, una planificación centralizada de la economía y una red de protección social que incluía educación, salud y pensiones para todos los miembros con altos estándares de calidad.

Una de las debilidades más significativas del libro dice relación con examinar el impacto que tienen los tres elementos que amenazan la eficiencia de los kibutz en el declive efectivo que ellos tienen desde fines de la década de los 80’. Siguiendo los argumentos esbozados por el autor, pareciera ser que la crisis económica que empiezan a atravesar los kibutz guarda relación con problemas macroeconómicos, particularmente referidos a la disminución de subsidios por parte del Estado Israelí, así como crecientes niveles de deuda. Una de las principales facilidades que el gobierno de Israel (conducido por el partido laborista y, por ende, afín a las ideas socialistas) le otorgó a los Kibutz son prestamos con tasas de interés más bajas que las proporcionadas por los bancos privados sumado a subsidios que le permitían tener un presupuesto más holgado. También, los Kibutz y sus autoridades sabían que en caso de tener problemas presupuestarios iban a tener el apoyo del gobierno, lo cual se acabó con el ascenso de la derecha en el país el año 1977.

Sumado al abandono que sufren de parte del gobierno, una crisis financiera arremete contra los kibutz. Una parte importante del ahorro de las comunidades estaba alojado en bancos israelíes que con la crisis ven drásticamente reducido su valor. Además, muchas de las comunidades habían contratado productos financieros para custodiar sus ahorros frente a la creciente inflación y luego sus propietarios se fueron a Bancarrota. Producto de los elementos anteriores, los kibutz enfrentaron créditos con elevados intereses que no pudieron pagar llegando a una situación insostenible desde el punto de vista económico, político, y social forzando grandes reformas que permitieran enmendar el rumbo de las comunidades. En consecuencia, la conjugación de todos los elementos anteriores tuvo un efecto devastador en el funcionamiento de los kibutz, poniendo en jaque las prácticas y reglas comunitaristas con los que habían operado hasta entonces. En definitiva, el libro resulta ser una contribución importante para efectos de relevar los riesgos intrínsecos asociados a proyectos socialistas/comunitaristas, evaluando críticamente la manera en que estas comunidades se vieron afectadas por estas tensiones, así como también los mecanismos que utilizaron para poder mitigar los efectos económicos negativos derivados de estas tensiones.

Si bien la mayoría de los kibutz han experimentado transformaciones de gran magnitud en lo que refiere a la organización de su economía, siguen prevaleciendo ciertos elementos que son consistentes con el ideario original que les dio origen. Por ejemplo, ciertos servicios como la salud, los jardines, vida cultural, la educación, carreteras, sistema de cuidados siguen siendo de propiedad y gestión comunitaria sin ser alcanzados por la lógica de privatización que sí ha permeado una serie de otros servicios como la lavandería, la electricidad, y la comida a los cuales solo se puede acceder mediante el pago por ellos. A la luz de lo anterior, es posible afirmar que siguen prevaleciendo elementos propiamente socialistas como lo son la cobertura universal (independiente de la capacidad de pago) de ciertos bienes y servicios como los mencionados.

Un aspecto interesante por explorar en el futuro es de qué manera este experimento micro social (pues las comunidades eran pequeñas, con una población significativamente inferior a las que habitan los estado-naciones que conocemos hoy) se asemeja a los grandes proyectos socialistas (también los podemos denominar macrosociales) en términos de los riesgos que estos enfrentaron y el modo en el cual se hicieron cargo de las tensiones descritas. Algunos avances existen al respecto, pero queda fuera del rango temático que aborda el libro que hemos evaluado en esta reseña.