Tardomodernidad en crisis. Hacia horizontes sociales alternativos

Andreas Reckwitz y Hartmut Rosa

Comentarios bibliográficos
En búsqueda de nuevos puntos de vista para la emancipación contemporánea
Autor/a

Nicolás Tobar

Fecha de publicación

30 de septiembre de 2023

La caída del muro de Berlín, la disolución de las meta-relatos y el fin de los grandes intelectuales. A principios del siglo XX todo daba para pensar que se habían acabado los paradigmas de pensamiento o las ideologías capaces de darle una explicación hasta al último fenómeno de la sociedad con sus categorías. De ahí que los esfuerzos de la sociología se volcaran a encoger su camara, retrotraer los diagnósticos de época, y comenzar a enfocarse en “temáticas” o áreas particulares de estudio. Así fue como la problematización de la modernidad quedó en segundo plano ¿De donde venimos? y ¿Hacia donde vamos? fueron preguntas cada vez menos recurrentes en las Ciencias Sociales en el último tiempo.

El problema es que esa abstinencia nos dejó desorientados. Cuando en vez de pintar el bosque, te fijas únicamente en los árboles, es difícil entender en detalle el sentido del ecosistema como totalidad. En una deriva parecida está la sociología. Con todas las críticas que acumularon las teorías de la modernidad, comenzamos a perder la brújula sobre como el auge de las psicopatologías, el cambio climático o la pérdida de legitimidad democrática responden a un proceso general que deviene entre los últimos 300 y 500 años. Y hoy, cuando más que nunca la humanidad necesita un sentido de orientación general ante el sinnumero de incertidumbres que enfrenta su futuro, es urgente volver a reconstruir la historia de nuestras civilizaciones para examinar cómo seguir caminando en búsqueda de esa libertad que nos prometió.

Por eso este libro es tan importante. Porque, sin dejar de hacerse cargo de las múltiples críticas a las teorías globales y ambiciosas, no se restringue a una temática en particular, sino a armar una narrativa que permita mirar con otros ojos todos los fenómenos que se encuentra estudiando la academia de las Ciencias Sociales, estableciendo críticas a nuestras formas de vida contemporáneas, y proponiendo salidas para hacer de la convivencia humana un mejor lugar. No tengo dudas que esta entrega en un futuro próximo se integrará en las filas de los clásicos de nuestra disciplina.

El libro que presentamos hoy es un esfuerzo por juntar a dos de los teóricos alemanes más importantes del Siglo XXI para que detallen toda su obra, para que luego, en una última sección, ocurran intercambios intelectuales entre ambos, de manera de dinamizar en lo que se encuentran los debates teóricos sociales contemporáneos.

En primer lugar, Andreas Reckwitz expone su propuesta sobre “La Sociedad de la singularidad”, donde distingue tres momentos de la modernidad: La modernidad burguesa, la modernidad industrial y la modernidad tardía. Desde una perspectiva historicista, anclada en la praxeología, y el entendimiento de la teoría social como “una herramienta” antes que como un sistema de pensamiento cerrado, Reckwitz va introduciendo las transformaciones económicas, culturales, sociales, políticas y filosófica que sufre el mundo occidental desde la masificación de la industria del vapor hasta la digitalización de toda forma de interacción social. En esta transición, ve tres procesos dialécticos que delimita lo que él entiende como modernidad:

  1. La modernidad es un proceso de apertura y clausura de contingencia.
  2. La modernidad es, paralelamente, un esfuerzo por llevar a cabo generalidades sistémicas y particularidades culturales.
  3. La modernidad es un llamado a una conquista progresiva del futuro, pero también un anhelo nostálgico del pasado perdido.

Desde estas tres contradicciones llevará a cabo un lúcido análisis que entrega lecturas de asuntos tan variados como las migraciones masivas, la masificaciones del uso de tecnologías inteligentes hasta la diversificación de la estructura de clases en el capitalismo tardío.

Por su parte, en la segunda sección del libro, Hartmut Rosa se encarga de desplegar los resultados de sus más de 20 años de investigación teórica. Basado en la herencia de su maestro (Charles Taylor), su intención es llevar a cabo un “best account” de la formación social tardomoderna, para lo cual disponde de tres intenciones: Llevar a cabo un diagnóstico de cómo operan las sociedades modernas, hacer críticas a esas formas de operar, y entregar “terapias” o guías para configurar nuevas sociedades con mejores formas de vivir. Además, a cada una de estas secciones le agrega dos orientaciones analíticas, basadas en el “dualismo perspectivo” que propone Nancy Fraser. Estas son, la perspectiva en “tercera persona”, que se fija en las estructuras y sistemas que permiten la coordinación de acciones a partir de una fuerza imperativa a los actores sociales, y la perspectiva en “primera persona”, que se concentra en la energía cultural que dispone a los protagonistas sociales a seguir sosteniendo (o no) las acciones que permite la operación funcional de las estructuras y los sistemas sociales.

Así, arma su teoría general con seis conceptos que sintetizan sus últimas cinco o seis entregas:

  • En tercera persona, el diagnóstico es la estabilización dinámica, la crítica la desincronización de sistemas sociales y la solución la estabilización adaptiva.
  • En primera persona, el diagnóstico es la disponibilidad del mundo, la crítica responde a la alienación del ser-en-el-mundo y la solución la resonancia.

Notoriamente, aunque tengan intenciones similares, Rosa y Reckwitz contraen bastante divergencias con sus formas de aproximarse al estudio de lo social. La tercera sección del libro es una entrevista que hace Martin Bauer a ambos intelectuales, donde se comienzan a desgranar los debates implícitos que hay en entre ambas teorías. Recwitz transparenta su inspiración en Bourdieu y Focault, quienes entienden la crítica como una revelación de la dominación presente en los órdenes de dominación hegemónicos, mientras que Rosa tiene una clara influencia de la escuela alemana de teoría crítica, que busca pulir conceptos que por sí mismos (inmanentemente) señalen una evaluación de que algo anda mal en el mundo. Pero no todo se agota en los modos de aproximación a la crítica. Reckwitz y Rosa también difieren en su manera de entender la modernidad. El primero es partidario de establecer tres procesos contrariados entre sí, sin un sentido o dirección que agrupe a los acontecimientos, mientras que el segundo tiene el coraje de englobar la dirección de la historia moderna en el sentido de la aceleración social. Por último, es notorio como Reckwitz comprende que la “teoría social” y la “teoría de la sociedad” son esfuerzos separados que no dependen uno del otro, mientras que Rosa, desde un punto de vista que podríamos llamar empirista, aboga por la unión de ambas formas de teorizar.

Ya terminando, me parece que cualquier estudiante de Ciencias Sociales debería echar al menos un vistazo a este maravilloso texto. En el se encuentran nuevos horizontes que germinan caminos alternativos para desarrollar una sociología crítica que no solo se encuentre preocupada de explicar las dinámicas sociales, sino también de evaluar nuestras formas de vida, para poder dirigirlas haciasu mejor versión posible. Toda desmotivación originada en la pérdida de sentido que se le puede ver al modo en que opera la academia actual puede ser combatida a través de la corajuda propuesta a la que nos llevan estos autores. Será determinante, entonces, la lectura de este libro para imaginar nuevos futuros posibles que nos permitan superar la crisis del presente.